viernes, 19 de febrero de 2010

Estrategia Empresarial para el Desarrollo Sostenible


Ambiente y Desarrollo Económico

Según la Organización de Naciones Unidas ONU se entiende como desarrollo, la condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales. Este concepto integra elementos económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político.

Una de las principales características de los conceptos de la ONU es la reafirmación acerca de que las medidas macroeconómicas centradas en aspectos de producción y su relación con las poblaciones -caso de ingreso per capita tienen limitaciones. Entre estas limitantes se encuentra la evidencia de que el desarrollo si bien es cierto implica la posesión económica hasta cierto nivel, no se reduce sólo al aspecto de riqueza. Se hace énfasis en que el desarrollo humano incluye dos facetas complementarias: la formación de las capacidades humanas y la otra faceta es que esas capacidades puedan ser ejercidas en las diferentes esferas de la vida: económica, social, ambiental, cultural o política.

Siendo que para el desarrollo económico se requiere de la utilización de los recursos que nos proporciona el ambiente en su concepto holístico, es importante contextualizar este concepto en el orden complejo y globalizado que experimentamos hoy.

Ahora bien el ambiente comprende los recursos naturales renovables, y no renovables- que se agotan con su explotación, como por ejemplo el petróleo y los yacimientos de minerales-. Los recursos naturales pueden ser determinantes de la posición económica de un país.

Los sistemas económicos de algunos países industrializados representan en la actualidad una amenaza a los recursos naturales. La disminución de la biodiversidad y de grandes áreas de selvas y bosques, demuestra que la humanidad no ha logrado construir con éxito un modelo responsable para la conservación de los recursos naturales.

Los Objetivos del Milenio



Por ello en el año 2000, 192 países miembros de las Naciones Unidas acordaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio cuya consecución tiene como fecha límite el

2015. Para el ámbito empresarial podemos circunscribirnos en los últimos dos: Objetivo 7: Garantizar el sustento del medio ambiente y el Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

La globalización del mercado está motivando una creciente necesidad de ajustar las estrategias empresariales al constante cambio y a la procura de la administración de la incertidumbre.

¿Cómo podemos diseñar el futuro?


Pero ¿cómo podemos diseñar el futuro en forma planificada o con una proyección para hacer el planteamiento más conciso y contundente, dejando atrás la inspiración repentina para dar paso al análisis conceptual y a un proceso metodológico basado en los diversos aspectos que configuran el entorno coyuntural, en las expectativas existentes y en los logros esperados?..............
.........tomando en cuenta la cantidad, velocidad y disponibilidad de la información, -no necesariamente confiable- los avances tecnológicos, -no necesariamente amigables con el ambiente- las guerras, el cambio climático y los desastres parecieran no darnos tregua?

Sin dejar de lado la valiosa riqueza de la experiencia del personal gerencial, de su conocimiento del negocio, de su intuición y su preparación académica, para la gente de empresa de hoy es cada vez más clara la necesidad de diseñar el futuro de sus decisiones y seleccionar en forma coherente las alternativas más convenientes dirigidas al éxito en un periodo de transición, donde impera la confusión y el miedo.

La apuesta



La apuesta es -como bien dicen los orientales- es ante el riesgo que genera la crisis, encontrar la oportunidad que está detrás de los distractores inmersos en el caos. Por tanto es necesaria una posición visionaria y desarrollar competencias adaptativas para afrontar los nuevos desafíos con acciones consecuentes para el logro de un desarrollo sostenible. Las metas, por tanto, tendrán que ser flexibles a los distintos escenarios, revisadas y replanteadas toda vez que sea necesario. La comunicación fluida y la creatividad, serán herramientas diarias para la ejecución de los planes formulados.


En un contexto complejo, los viejos paradigmas se analizan para plantear nuevos roles de los actores estratégicos de la sociedad. Hoy día sabemos que la figura estatal, como actor de gran influencia en el desarrollo económico, ha perdido poder en la actualidad. Su capacidad de respuesta ante las demandas de la sociedad y sus múltiples limitantes financieras y administrativas, son el escenario para el surgimiento

de líderes empresariales en todas las dimensiones: grandes, pequeñas y medianas empresas con iniciativas proactivas y de autogestión para promover nuevas oportunidades y estrategias.

La Estrategia Empresarial para el Desarrollo Sostenible






El Desarrollo Sostenible es un enfoque que busca desarrollar en las organizaciones la capacidad de “re” descubrir el valor agregado de sus actividades y definir estrategias de innovación que incorporen los requisitos ambientales, socioculturales y políticos.

La visión del Desarrollo Sostenible en las empresas va más allá del cumplimiento de regulaciones ambientales, la implementación de conceptos de producción más limpia o políticas de recursos humanos. El objetivo es lograr un equilibrio entre las dimensiones social, económica y ambiental para asegurar la continuidad de la empresa en el largo plazo.
La incorporación del Desarrollo Sostenible dentro de la estrategia empresarial, se traduce en beneficios tangibles para la organización, al lograrse un fortalecimiento de las ventajas competitivas así como nuevas oportunidades de negocio como:


· Acceso a nuevos mercados.
· Aumento en los volúmenes de ventas al demostrar que se está produciendo en forma sostenible y al aprovechar oportunidades de negocios sostenibles.
· Ahorro en costos, pro de la eco-eficiencia.
· Reducción de riesgos por incumplimiento de los requerimientos de grupos de interés.
· Fortalecimiento de la capacidad de innovación y diferenciación.
· Generación de nuevas oportunidades de negocio.
· Lealtad de clientes.
· Mejora de la imagen.
· Mejora de la productividad.
· Establecimiento de un sistema de gestión integral que incluye todas las dimensiones necesarias para dirigir una empresa (dimensión económica, ambiental y social).

Para ello debemos lograr una integración en la dimensión económica, ambiental y social.

La dimensión económica


La dimensión económica: servicios, productos y capital, empleados, proveedores, inversionistas y bancos, sector público, Organizaciones No Gubernamentales-ONG'- y clientes. La meta es, lograr un equilibrio entre las relaciones económicas con los diferentes entes del entorno, para aumentar la sostenibilidad de la empresa a través de la creación de valor y la generación de desarrollo económico.

La dimensión ambiental con gestión ambiental, reducción de desperdicios, eficiencia en el uso de materiales, manejo adecuado de desechos y mejora en el diseño del producto para la disminución de su impacto ambiental a lo largo de todas las etapas de su ciclo de vida.

La dimensión social





La dimensión social busca un resultado económico adecuado para los involucrados, una mejor calidad de vida de los trabajadores y de la comunidad y una disminución del impacto ambiental con el impacto social de la organización tanto a nivel interno como a nivel externo:

· Calidad de vida laboral y bienestar de los empleados.
· Contribución al bienestar de la comunidad y la sociedad en general.
· Ética del negocio (protección de derechos humanos, transparencia, integridad y justicia).
· Responsabilidad por el producto (salud y seguridad del consumidor, publicidad).


Es oportuno replantear el giro principal del negocio, su ámbito, su penetración en el mercado, sus expectativas y las de sus asociados y trabajadores y, finalmente, su proyección en la sociedad, para redefinir la misión, la visión y valores organizacionales, de forma que se refleje el compromiso con el desarrollo sostenible.
Será recomendable formular nuevamente un Análisis de Fortalezas, Oportunidades y Amenazas, en el escenario socio ambiental y global, redactar los objetivos y los nuevos Factores Críticos de Éxito. Además de incorporar las características del mercado que determinan nuestro negocio en el terreno de la competitividad y nuestra relación con ellas.


La integración del desarrollo sostenible en la estrategia empresarial, es indispensable para la creación de una cultura que incorpore esta forma de actuar día a día en cada proceso, en cada acción y lo estimule permanentemente. Pero aún y cuando logremos permear todas las áreas funcionales de la empresa, la necesidad de una reacción en el corto plazo nos exige la formulación de proyectos que permitan en un contexto determinado, con actividades concretas, en un plazo establecido y con recursos programados conseguir con éxito el logro de los objetivos empresariales. Para ello será indispensable iniciar con una etapa de Sensibilización al inicio de cada proyecto, etapa para brindar información sobre el concepto de desarrollo sostenible para que el personal de la empresa involucrado en el proyecto se familiarice e interiorice la transcendencia del desarrollo sostenible.